viernes, 7 de noviembre de 2008

La mirada

En teatro, Armando nos explicó algo que se me quedo en la cabeza. Estábamos en una de las escenas divertidas cuando, de la nada, nos paro a decir que no estaba funcionando porque no nos mirábamos a los ojos al hablar.
Nos explicó que si lo hacíamos, aparte de crear una mejor conexión entre todos, se podría ver la fragilidad del actor, o más bien, de nosotros mismos con mayor claridad, haciendo que la escena fuera mucho más real. Dijo que se nos iba a hacer difícil, porque, si nos dábamos cuenta, da miedo hacerlo y que, por eso, ya practicamente nadie mira a nadie a los ojos al decir cualquier cosa. Después, nos termino de aclarar que esto funciona debido a que, en escena, el actor debe mostrar el sentimiento o sensación del momento multiplicada por diez, y usar esta herramienta lo facilita un poco.
Seguramente no es exactamente así, pero es la idea. Y nada, me quede pensando, ya nadie mira a los ojos.

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